Claudia Silva

No sabemos disfrutar de nuestra soledad, porque no sabemos estar con nosotros mismos. Nos hicieron creer un concepto de soledad como algo carente, ausente o faltante de alguien. Identificamos la soledad como alguien aislado y casi como un ermitaño alejado del mundo. 

Pues la Soledad es todo lo contrario a esto, necesitamos silencio, tanto como necesitamos aire. Nadie nos enseñó la importancia de nuestro espacio de soledad. La soledad es un espacio de encuentro y conocimiento con nosotros mismos, no existe lugar alguno para conocerte, sino es dentro de ti mismo.

La Soledad sana, porque te muestra esas partes de ti que detonan en sensaciones, emociones y pensamientos que no has atendido. Le tienes miedo a tu espacio de soledad porque ahí salen tus sombras, ahí descubres cómo estás en tu interior, ahí escuchas y percibes el ruido de tu mente. Pasamos la vida evadiendo y evadiéndonos, huimos de todo, de nuestros conflictos, de nuestras emociones, de personas, etc. Y no nos damos cuenta, que solo acumulamos día con día un bagaje muy pesado, que no queremos escuchar.

La Soledad no es aislamiento, es saber disfrutar de tu presencia y de la presencia de los demás, pero sin necesitar de nadie. La primera relación es con nosotros mismos, el silencio y la soledad, es el único camino que nos lleva de regreso a nuestro interior.

Regálate cada día un espacio solo para ti, aprende a sentirte y a escucharte honestamente. Solo en la soledad empezarás a enamorarte de ti cada día. Hacerte amigo de tu soledad, te lleva a reconocer tu espacio de libertad y ahora aprendes a otorgar esa libertad a los demás.

Le perdí miedo a la soledad, cuando llegó el silencio y me enamoró. Ahora la vida, mi soledad y yo, nos acompañamos a cada instante…

 

Gracias por leerme!

Claudia Silva

 

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