Hoy te quiero hablar sobre el enojo, todo lo que sucede en mi vida, nunca dejo que se vaya sin que antes me haya dejado algo.
El enojo es una emoción que no es mala, ni tampoco menos espiritual, todo ser humano tiene un ego y aunque a veces tengas la capacidad de domarlo, es normal que a veces el enojo surja como reacción ante algo.
Las emociones nos muestran, que a veces nos perdemos porque somos los maestros de la interpretación, nos perdemos en los juicios, no atendemos nuestro sistema de pensamiento (creencias) y todo eso, hace que en un instante podamos perder nuestra paz.
El enojo es una energía en movimiento con mucha fuerza y a veces puede ser buena, porque te puede ayudar como protección ante una amenaza, te puede ayudar a poner límites y decir NO! o poner un ALTO!
El enojo no es el problema, el problema es tu reacción ante el enojo. Si en algún momento, esa energía de enojo te toma por sorpresa, antes de perderte y reaccionar, cuestiónate qué pensamientos sostiene tu enojo?. El enojo colocado en el exterior hacia con algo o alguien, siempre nos llevará a confrontarnos con nosotros mismos. Ahí, el enojo se nos pondrá cara a cara, porque ese enojo no es hacia nadie, es hacia nosotros mismos. Detrás del enojo hay frustración, impotencia, tristeza. Hay resistencia, es un berrinche emocional ante algo que quiero que sea y no es, o no se da como yo quiero. El enojo pasa a la tristeza, cuando asumo la creación de mi enojo y acepto soltar las cosas o las personas como son.
El enojo es solo una fuerza intensa de expresión de vida que se manifiesta para que aprendas a amarte, no es mala. Lo puedes volver un daño a ti mismo, si ese enojo es reprimido y esa energía no se gestiona,
Utiliza el enojo para hacerte cada vez más responsable de tus emociones y ser más consciente, amoroso y compasivo contigo mismo. El enojo es una emoción maestro.
Gracias por leerme!
Claudia Silva