No caigas en la idealización de ser un padre o una madre perfect@, se trata de ser personas sanas emocionalmente y de ser personas adultas que sepan ser independientes emocionales y vivan felices en la vida. Tus hijos aprenderán por imitación lo que vean de sus padres, lo que no des como ejemplo, tus hijos no lo conocen y no lo harán en la vida.
Párate un momento a cuestionar, quién en esta vida es perfecto? Ni tus padres, ni las generaciones anteriores han sido perfectos y tampoco ideales. Los ideales de papá y mamá son creencias impuestas. Cómo vamos a ser perfectos o ideales con la cantidad de condicionamientos heredados y creencias que de generación en generación nunca nos hemos parado a indagar.
En cada sistema familiar y árbol genealógico, hay historias más difíciles que otras, historias de dolor, desamor, abusos, madres y padres tóxicos, adultos que arrastran su infancia como huérfanos emocionales, hombres y mujeres que fueron abandonados, rechazados y que tampoco conocieron como saber amarse para dar lo mejor a las siguientes generaciones.
Las enseñanzas del pasado han venido siempre igual, sostenida de ideales donde los padres se desgastan día a día sin poder alcanzar, porque parece que nunca es suficiente. Al no poder llegar o lograr esa perfección, los padres se juzgan, se culpan o caen en extremos donde queriendo dar lo mejor, vuelven hijos tiranos, dependientes, débiles o repiten la misma historia como ellos de pequeños..
Lo mejor que puedes hacer si estas en rol de Mamá o Papá, es trabajar en ti y sanar la relación contigo mismo. Observa y atiende tus carencias no resueltas del pasado, toma y ama a tu niño que has dejado como huérfano emocional, mira si estás colocando tu vacíos en la pareja o en tus hijos. Observa que sombras te proyectan tus hijos que aún no asumes en ti, en donde al ser proyectadas, reaccionas y se hace presente tu neurosis.
Sé el adulto que quieres que tus hijos sean.
Gracias por leerme.
Claudia Silva