Los niños y adolescentes en los procesos de pérdida, ya sea por pérdida de un ser querido o por pérdida de la separación de sus padres, necesitan de la contención y acompañamiento de un adulto. Es importante ver quiénes serán esos adultos que están disponibles para ser la Red de Contención de estos niños o adolescentes que transitarán por el proceso de pérdida. A veces esos adultos son los propios padres, los abuelos, tíos o amigos cercanos de los mismos familiares.
Estos adultos deben estar emocionalmente equilibrados y fuertes para poder contener a los pequeños. Ser pacientes, saber escuchar y observar los comportamientos y estados emocionales de ese niño o adolescente. Durante el proceso de una pérdida, es importante siempre hablar con la verdad hacia con los pequeños. Buscar las palabras más adecuadas y claras, de acuerdo a la edad de quien se acompañe y explicarles la situación por la que se transita. Es por eso tan importante que el adulto que va a acompañar y contener a ese niño o adolescente, sepa manejar su propio estado emocional y así ofrecerá una mejor contención a los pequeños.
Hay que enseñarles a los niños y adolescentes, que sepan identificar sus emociones y además, que se den permiso a sentirlas, NO a reprimirlas. Enseñarles que está bien llorar, que a veces estar triste no está mal, pues todo forma parte de un proceso por el que se transita.
Es importante que los pequeños y adolescentes transiten de manera consciente, con claridad y aceptación el proceso. Ya que una de las consecuencias que se pueden ver más tarde es la aparición de un duelo patológico. El duelo patológico es un duelo que nunca se procesó, se quedó estancado o bloqueado. Las consecuencias se manifiestan en carácter, desequilibrio en estados emocionales, poca tolerancia a la frustración, apatía, depresión, etc. O aún peor, no son visibles los estados emocionales a consecuencia del duelo patológico, pero hay síntomas o enfermedades que se han somatizado y se vienen arrastrando desde hace tiempo.
La manera de contener a un niño o a un adolescente puede ser a través de la escucha, la presencia física en acompañamiento, un abrazo, que sepa que la persona que lo contiene está ahí en todo momento para lo que necesite. Eso les da mucha tranquilidad en lo que van transitan el proceso de su pérdida.
Si no hay ningún familiar disponible que pueda contener a ese pequeño o al adolescente, es importante se pida el apoyo de un profesional.
Gracias por leerme!
Claudia Silva